¿Adiós al colecho? Muchas familias disfrutan compartir la misma cama porque los pequeños necesitan de cuidados durante la noche y en general todos duermen bien juntos, pero también existen quienes comparten la cama con los pequeños porque es la única manera de que duerman, así que optan por hacer colecho para que todos puedan completar sus horas de descanso… después de todo ya llegará el día en que tu hijo/a se despida del colecho, ¿no? Es bastante común que pospongas esta transición aunque ya no disfrutes compartir la cama e inclusive hayan noches en las que duermes muy mal con tu hija/o al lado, sobre todo si ya dejo de ser un bebé y por lo tanto ocupa más espacio en la cama o se mueve mucho, sin embargo el sueño de los padres o cuidadores es tan importante como el de los niños, por eso a continuación te dejo consejos claves para que puedas enseñarle a tus hijos a despedirse de la cama de papás de una forma amable y respetuosa con el sueño de toda la familia.
Antes de iniciar este proceso, una pregunta que deben hacerse en conjunto (mamá y papá) es si está listos para dejar el colecho, la DECISIÓN es el primer paso y el más importante al involucrar un cambio de rutina, si aún tienen dudas o temores de dejar a tu hijo/a en una habitación independiente está bien, es seguro que dormirán mejor sabiendo que está junto a ustedes, pero si por el contrario ya están determinados a dar el paso, es seguro que lograrán mantenerse comprometidos y conseguirán hacer la transición.
3 Pasos clave
Son tres pasos que pueden ser tan flexibles cómo cada familia lo necesite, cada uno de ellos tiene un sentido y es indispensable para que hagas esta transición de una manera amable, recuerda que aunque tu sepas que estas a unos metros, para tu hijo/a puede significar una separación muy grande y mientras más respetuoso seas con su proceso, la experiencia puede ser mucho más favorecedora.¿ Lista?, una vez hayan decidido recuperar la habitación matrimonial, tu siguiente paso es hacer a tu hijo/a participe de esta decisión con ANTICIPACIÓN, cuéntale a detalle que es lo que ocurre, explícale por qué y cómo va a ocurrir este cambio. Dependiendo de su edad puedes ofrecerle colocar la fecha en el calendario para sepa exactamente cuándo va a ocurrir, puedes ofrecerle que elija los detalles de su cuarto y, si sueles leerle cuentos antes de dormir, puedes incorporar algunos que estén orientados a esta transición. Con la anticipación vas a lograr otorgarle un rol dentro de este cambio, darle tiempo para aceptar y procesar lo que está ocurriendo, además le das y te das tiempo para que reafirmar lo importante que es dormir bien para todos.
Llega la fecha de poner en ACCIÓN todo lo que hemos planeado, esta transición puede iniciar desde tu misma habitación ofreciéndole que use su propia ropa de cama en la cama de papás, la misma sábana o colcha que usará cuando pase a su habitación, este primer paso puede durar 2 a 5 días, trata de hacer acuerdos previos para que sepa cuando ocurrirá el siguiente cambio. Una siguiente transición es separarnos físicamente, si es posible coloca un colchón o una cama baja en tu propia habitación para que tu hijo/a duerma ahí, puede parecer mínimo, pero con esto damos un gran paso para darle seguridad y le das oportunidad de entender que aunque mamá o papá no este justo a su lado siempre estarán cerca, a este cambio podemos darle un poco más de tiempo pero dependerá de ti y de lo que necesite tu hijo/a.
Al terminar esta transición vamos a dar el paso mas grande, ir a una habitación donde no podrá verte, por eso es importante que su nuevo espacio le transmita seguridad y reciba tanto acompañamiento como necesite. Dentro del proceso de individualización es esperable que existan nuevos despertares, es normal que hayan despertares que no existían antes, donde tendrás que reconfortarlo para reforzar su sentido de seguridad, para lograrlo tu hijo/a necesitará ver y reconocer su ambiente, la luz roja será tu herramienta predilecta para que pueda reconocer su espacio de sueño sin asustarse, en caso se depierta a mitad de la noche.
No te sorprendas si tu hijo/a aparece a mitad de la noche en tu habitación, esto tambien es muy común, sólo dale contención, un abrazo, si te es posible cargalo/a y vuelvan a su habitación, siempre y cuando no hayas acordado que puede ir a tu cama cuando desee. Puedes escuchar a mitad de la noche un ¡Mamá! o ¡Papá!, y es importante que acudas o le respondas tan pronto como puedas y vayas a darle contención, hazle saber que estas ahí para él/ella pero que retornaras a tu habitación en unos minutos.
Lo más importante de este proceso es darle SEGURIDAD, ten presente que al momento de dormir es cuando más vulnerables estamos, ya que nuestro estado de alerta es nulo y por ello necesitamos saber que estamos en un lugar seguro para poder descansar adecuadamente. Acompaña a tu hijo/a cuantas noches creas que sean necesarias y sobre todo recuerda que despedirse del colecho no significa que nunca más puedan volver a compartir la cama en siestas e inclusive alguna noche, no significa que no puedas hacer concesiones de fines de semana para dormir todos juntos. Tu dinámica familiar para dormir es única.